La irrupción de las nuevas tecnologías hizo que cambie el modelo comunicativo tal como lo conocíamos. Ya no es un único canal el responsable de distribuir el mensaje, sino que se ha ampliado a distintas plataformas. En este blog ya hemos abordado este tema en el artículo «Narrativa transmedia y el periodismo digital». De la era de la conectividad a la era de la interactividad. Una narración que cuenta con un poder fundamental: la expansión.
La narratividad, entonces, funciona como una extensión en sí misma formando una lateralidad constante: «Las redes sociales se emplean como elementos laterales que ayudan a la gestión del contenido». Éstas han permitido dar un paso más allá en la modernización de nuestro modelo comunicativo, por el cual para la promoción de nuestras historias se abandonan los dispositivos convencionales, la TV y la radio entre otros. Nuestro universo se ha reconvertido para tener una gran variedad de soportes en los cuales mostrar el mensaje. Una de las más famosas frases del diseño, Menos es más, ya no es la regla aplicable a las narrativas actuales, hoy cuanto más expansible sea nuestro universo comunicacional, mejor.
«Podríamos decir que se consigue crear una conexión tan potente con los usuarios o seguidores que se crea una experiencia emocional, y eso es debido a la fuerza del relato comunicativo, a la forma en que se llega a ellos a través de una historia de la que, incluso, se les hace partícipes, permitiéndoles tomar sus propias decisiones». Ahora bien, cabría preguntarnos si dentro de esta nueva experiencia emocional encontramos una nueva forma de adopción del espectro de la comunicación. Si todos formamos parte del relato, cuando antes éramos meros receptores del mensaje, ahora ayudamos a forjar ese mensaje. Una más que bienvenida alteración de roles.
Uno de los ejemplos más fehacientes son los videojuegos. Sin un universo simbólico es muy difícil que podamos interpelar a los usuarios a ser parte del ecosistema. Fortnite, por nombrar uno, en donde se determina la legitimidad de su popularidad en base a un universo que recrea situaciones (tanto pasadas como futuras) es solo una forma de darle marco a lo transmedia. Simbología e historias cruzadas. En el cuadro siguiente podemos ver como evolucionó, según el año del lanzamiento de los videojuegos, la facturación de los creadores de los mismos. Éstos también se han aggiornado a las nuevas formas de entender la comunicación y por eso es evidente este crecimiento en el mercado.
Los usuarios no son consumidores activos digitales. Su reconfiguración en el espacio comunicacional se da al convertirse en el mayor gestante en la modificación de los significados originales. Incluirse y hacerse parte para hacer una transformación narrativa que se adapta a nuestros tiempos. Evolución y cambio, múltiples puntos de vista para una sola historia. La mayoría de las experiencias compartidas no necesitan ni que el usuario se levante de su silla. Este es nuestro nuevo mundo, entenderlo para comunicarse hará que entendamos como expandirnos. La esperanza está puesta en nosotros.