La construcción de valor y de credibilidad es ineludible para un medio de comunicación. Sin credibilidad, sin marca valorada y sin contenidos de calidad que ofrecer en el soporte que sea, es difícil que se obtenga sustentabilidad económica real en el soporte que sea. La credibilidad y la valoración de marca son la «rentabilidad social» necesaria para que un medio llegue a la rentabilidad económica. Es una condición sine qua non. Esa construcción además lleva tiempo y un gran esfuerzo con la salvedad no menor, que se puede dañar o incluso perder en un par de segundos.
En la última entrada de su blog, Mario García marca algunas breves pero muy profundas ideas sobre en que contexto se puede aprovechar el crecimiento de suscriptores en las ediciones digitales como las que están teniendo reconocidas marcas de medios de la dimensión de los diarios The New York Times y The Wall Street Journal en donde este último, ya ha alcanzado los 2 millones de suscriptores. «Sólo se puede aprovechar o alcanzar este crecimiento cuándo un medio adapta su contenido al formato digital, se enfatiza en el periodismo de investigación, la cobertura se vuelve esencial para los usuarios y, por supuesto, si la cobertura es tan local como sea posible», claras y muy precisas las palabras de Mario.
Gracias a las experiencias de los diarios The New York Times y The Wall Street Journal, el éxito de los modelos de muro de pago no pueden estar aislados de las tendencias generales de consumo de contenidos digitales que se verifican en plataformas desde la masificación de Netflix o Spotify. Si bien las versiones digitales de los dos grandes diarios norteamericanos tienen sus propios méritos y más que importantes logros, tanto Netflix como Spotify (por nombrar las más populares) han aportado y mucho al hábito de pago y consumo de contenidos vía suscripción. Ya no sirve adaptarse al cambio, hay que liderarlo. Modificar un hábito de consumo cuando está relacionado a medios de pago por contenido, requiere de una marca confiable, apreciada, valorada y admirada además de un contenido que sea único y tan apetecible que lleve al usuario de manera natural, a pagar por él. En Latinoamérica hay experiencias de búsqueda de suscripciones digitales que están comenzando a ser el centro de la estrategia de algunos medios desde hace algunos años. Los modelos implementados por Clarín en Argentina y O Globo en Brasil, marcan una oportunidad de crecimiento en las ediciones digitales.
Dentro de dos años Google dejará sin efecto las cookies en su navegador Chrome (tanto Safari com Firefox lo permiten hacer desde hace años y han crecido en usuarios). En este contexto los muros de pago en las versiones digitales de los medios de comunicación pueden ser un reaseguro al colapso que podría provocar que un anunciante, agencia o medio no pueda rastrear, al menos con cookies, por dónde navega un usuario o sus comunicaciones. En realidad hace varios años que los usuarios han comenzado a rebelarse contra la publicidad invasiva, los rastreos y las cookies incluso en los teléfonos móviles según el 2020 Adblock Report. Este cambio que hará Google en su navegador comienza a delinear el futuro de una parte importante de la publicidad en línea y también al mismo tiempo, supone que los bloqueadores de publicidad cedan el control de los filtros de publicidad a Chrome. No se puede soslayar el dato demoledor que indica que en el 2019 en los EE.UU. el 25% del tiempo dedicado a ver vídeos en la computadora no permitía ser monetizado con publicidad por la instalación masiva de bloqueadores y aún cuando YouTube facturó en el 2019 más que ABC, NBC y Fox juntas (bajar el informe de Alphabet en formato PDF aquí).
El humor es una buena forma de entender algunas cosas (publicado por un usuario en el medio social Linkdin). ¿Ficción o realidad?