Texto con la colaboración de Lorenzo Fino
La pandemia del COVID-19 ha cambiado de manera drástica la mayor parte de nuestra vida cotidiana. Nuestras rutinas y espacios vitales se vieron alterados. Hoy, dos años después de las cuarentenas indicadas en todo el mundo, vemos que también fueron alteradas las formas de consumo. En ciertas facetas esta variación sufrió leves cambios pero en lo referente a las noticias, logró intervenir sobre todo el ecosistema de medios, la producción y el intercambio medio-audiencias.
Los medios impresos, si bien importantes en todo ecosistema de medios, fueron perdiendo participación como informantes principales en la mayoría de los mercados latinoamericanos. Muchos de ellos tuvieron que readaptar sus estrategias comerciales a medida que la pandemia iba avanzando e impactaba, a la baja, en los ingresos y en el caudal de sus lectores. La masificación forzada de nuevas formas de consumo digital potenciada por la pandemia aceleraron la transformación de los medios informativos latinoamericanos en todos los soportes.
Según el estudio Digital News Report 2021 realizado y publicado por Reuters Institute y la Universidad de Oxford ambos de Reino Unido, la gran mayoría de las audiencias latinas comenzaron a cambiar su percepción de confianza en los medios a medida que la pandemia se extendía a cada uno de los países. Muchas fakenews hicieron que la gente comenzara a buscar formas alternativas de hacerse de la información (con la salud como prioridad) para adentrarse en el tema COVID. Los medios tradicionales, en ciertas ocasiones, se hicieron eco de supuestas «curas» o tratamientos alternativos, que no estaban comprobados de manera científica en ese momento y aún hoy esas «curas» siguen sin comprobarse.
Las audiencias, con todas las particularidades del caso, al estar confinadas (y en algunos casos como el de China que hoy vuelven a estarlo) no tuvieron otra opción más próxima y a la mano que sumergirse en los formatos, narrativas e información que se proveían de manera digital por sobre los soportes y medios tradicionales, en especial los impresos. Los números que recopila el estudio Digital News Report 2021, son elocuentes:
Según el contexto de cada país y sumada a la irrupción de la pandemia, los medios digitales ganaron terreno entre las opciones más preferidas por las audiencias para informarse y que, al mismo tiempo, se alejaron de la TV y medios impresos a una velocidad fulminante. De manera ineludible hay una percepción de las coberturas que impacta en las audiencias, incluso alterando ese lugar de importancia que las audiencias le dieron a los medios digitales en general y más aún en Latinoamérica que está profundizando una polarización política que empuja a las audiencias a darle más importancia a la afinidad política en las coberturas antes que a la información en sí.
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El cambio de hábito en los consumos de noticias y de información en general, cambiaron. Con algún alto grado de error se puede afirmar hoy que cambiarán en un mañana próximo, en este caso restará saber cómo será ese cambio, por qué se dará y qué efectos podría tener o no en el consumo informativo. Lo concreto es que hoy las audiencias pasan de un soporte a otro con total naturalidad, sobre todo cuando muchas veces y ante eventos como el COVID – 19, declaraciones de líderes pólíticos e incluso noticias difundidas por los medios tradicionales, carecen de un sustento informativo o son en algún punto hasta insólitas o incluso ridículas. La falta de confianza en los medios también tiene su repercusión social y económica. Las audiencias huyen de los canales tradicionales porque descreen de la veracidad de muchas de las informaciones, al mismo tiempo, caen en el mismo error en los medios sociales amplificando esas mismas noticias poco serias o declaraciones insólitas. La credibildiad es un valor que no debería ser manoseado de manera tan ingenua. Paradoja de los tiempos que corren.
El impacto económico del contexto disruptivo de la era digital, más el efecto de la panademia, tuvo y tiene un efecto nocivo sobre los medios locales e incluso hiperlocales. El apego a la comunidad, a la información local entendida no sólo por lo geográfico sino por intereses comúnes de un determinado colectivo de personas, son un valor que el informe de Digital News Report 2021 muestra su importancia e impacto, más allá del contexto económico y su problemática. De nuevo los medios sociales y las búsquedas de información local marcan el ritmo del interés de las audiencia donde con base a un promedio de 38 mercados analizados, la información sobre tiendas y restaurantes acapara el 49% de las preferencias, los servicios locales el 47% y actividades para hacer en las zonas de próximidad el 46%. El valor de las fuentes locales es insoslayable. Donde lo geográfico no es un límite cartesaino sino que un tema, como la salud y el COVID-19, pasan a ser un tema de importancia local según el interés o la necesidad que las audiencias van teniendo según el ritmo informativo.
Fuente: Digital News Report 2021
Fuente: Digital News Report 2021
“En países como Brasil y Chile, más del 60% de los hogares del primer quintil tiene conexión a internet, mientras que en Bolivia, el Paraguay y el Perú, solo el 3% la tiene» el Banco de Desarrollo de América Latina tambíen hace foco en la desigualdad de acceso a la conexión a la red de redes y la brecha digital que trae como consecuencia. En las zonas rurales, la mayoría de las personas no poseen conexión a internet. Su forma de informarse varía de las zonas urbanas, más conectadas y acostumbradas a los dispositivos digitales. Muchos ciudadanos rurales tienen que informarse con los medios que tienen y esto explica una mayor relevancia o penetración por ejemplo de la televisión. Puesto en números: según un informe del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Microsoft; el 32% de la población de América Latina y el Caribe, 244 millones de personas, no accede a servicios de internet en los 24 países en los que se realizó el estudio y marca esta difrencia de conectividad: el 71% de la población urbana cuenta con opciones de conectividad contra el 37% en la población rural. A pesar que en la mayoría de los países latinoamericanos hay una desconfianza abierta hacia las noticias y los medios tradicionales, en las zonas rurales es poca o nula la posibilidad de acceder las noticias o información relevante por medios digitales, electrónicos o alternativos. Un escenario que la pandemia y sus consecuencias económicas profundizarán y que sigue aún sin resolverse.