Muchos lectores jóvenes (por no decir la mayoría) han migrado sus lecturas hacia la modernidad digital. Buscan un contenido más visual, que se adapte a sus dispositivos de uso cotidiano (teléfonos móviles-computadoras). El diario como lo conocemos está en terapia intensiva y el pronóstico sigue siendo reservado. Hemos abordado este escenario un tiempo atrás en el artículo «El desfasaje de los medios y los jóvenes»
El mundo ha cambiado mucho desde la invención del diario a estos días. Hoy los costos de imprimir en papel son mucho más altos, por nombrar uno. Ni hablar de los costos en el traslado de toda la maquinaria que se necesita. A medida que esta situación se hace mas palpable en el presente, se reduce drásticamente la producción impresa. Si las economías de escala decrecen, el escenario es cada vez más complejo. Aún con tiradas diarias de gran volumen como se vio durante el 1er. trimestre del 2021 en Estados Unidos.
«La reducción de la frecuencia impresa fue una respuesta necesaria al impacto que tuvo el COVID en nuestros ingresos por publicidad« afirma Frederic Rutberg (Publisher y Presidente de New England Newspapers). La gente se acostumbró a leer en digital y la pandemia solamente acentuó esta dinámica, con la gente confinada en sus casas.
Una paradoja se presenta en nuestro presente temporal. En consiguiente con la depreciación del papel, una amplia cantidad de lectores han migrado a las lecturas digitales. Es así como muchos periódicos digitales han encontrado una nueva forma de sustento: las suscripciones. Muchas empresas han logrado un sustento económico equiparable con la «era del papel» gracias a sus ediciones digitales.
Los diarios impresos están en crisis desde hace varios años o incluso décadas. Tal vez no desaparezcan y se reconviertan (como ya lo han hecho y hacen) en ediciones digitales de pago. Las lecturas digitales son el futuro en el presente continuo. Otras empresas editoriales han optado por reducir la cantidad de ediciones impresas, eliminar la edición del fin de semana o acortar a tres días de la semana la tirada. Lo importante y concreto es que aún las ediciones impresas resisten, aún en las condiciones cambiantes de nuestro mundo marcado por lo digital, lo disruptivo y el continuo cambio.