Lo único permanente es el cambio. El avance tecnológico impulsado, muchas veces o casi siempre, por nuestras propias necesidades, han calado hondo. Tanto que es difícil de ver hoy hasta dónde. Muchas disciplinas se han visto transformadas por la disrupción tecnológica que la sociedad ha ido desarrollando a lo largo del tiempo. En esta era de revolución digital, el diseño y la información han cambiado y al mismo tiempo, se han adaptado a los nuevas épocas que corren. En los artículos, La era digital, una oportunidad infinita y Diseñar para las audiencias, hemos abordado esta dimensión de los cambios que están produciendo mientras los vamos provocando.
Nuevas tendencias
La aparición de los medios sociales (Facebook, YouTube, entre otras) y apps (Instagram, Twitter, WhatsApp, por ejemplo) se convirtieron, casi sin proponérselo, en el medio de comunicación, interacción y distribución de contenidos en esta era digital. Hoy, los medios tradicionales no son los únicos que cumplen el rol principal de informador y, aunque no han sido reemplazados del todo, la mayor cantidad de audiencia ha cambiado, en algún punto, la forma de leer y de manera definitiva, de informarse. Hoy los medios sociales, son el centro discursivo de la denominada, tanto que la mayoría de los Presidentes envían por ejemplo por Twitter sus comunicados o publican sus ideas, antes de dar el tradicional «comunicado de prensa».
Esta tendencia se ha vuelto irreversible. Los muros de pago en los medios de comunicación, por un lado han traído nuevos ingresos y fidelizado a lectores/usuarios que ya se relacionaban con la marca del medio tradicional, pero por otro lado han sido una barrera que impide reconectar con audiencias más jóvenes. Se han multiplicado los canales informativos y diversificado, en el boom 2.0 de la información, las posibilidades de informarse por otros canales, la mayoría gratuitos. Los lectores han salido de los canales tradicionales porque ocupan su tiempo en plataformas de medios sociales que cambiaron la forma en que se relacionan con la información y en cómo también participan en la generación de historias.
El responsive para los usuarios
Hoy nuestro presente está dominado por el mobile first. Gran parte de los usuarios lee, se informa y utiliza su tiempo de ocio desde su dispositivo móvil, por lo que la experiencia de usuario se volvió vital para convencer y cautivar a los lectores en tu sitio. Diseño, usabilidad, audiencias e información reunidos en un combo indivisible. Un estudio realizado en España por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) en octubre del pasado año, confirmaba que el 85,5 % de los usuarios se conectan a internet a través del teléfono móvil, dejando muy atrás al 73,3 % de los que utilizan la computadora personal.
El diseño y el contenido, inseparables, se convirtieron en elementos claves del desarrollo de un producto digital, aún más de lo que ya eran. La mitad de los consumidores abandonan una página web después de haber visto tan solo una página, un número que ha aumentado en un 6% con respecto al año anterior, como se desprende del informe Contentsquare Digital Experience Benchmark de 2022.
De la mano del diseño y los datos, los usuarios están en el centro. Ahí es dónde está el futuro de la información. Los nuevos hábitos de consumo de noticias han reformulado tanto a propios dispositivos, al diseño digital, como a la creación de marca y la generación de historias. El auge de los dispositivos móviles y la interacción por medios sociales obliga a los medios tradicionales a reposicionarse como una opción alternativa en la era digital.
¿Podrán los medios tradicionales reconvertirse? ¿Hacia dónde irá el futuro de la información como la conocemos? En principio, mientras los dispositivos móviles sean los predominantes, la readecuación es indispensable. El proceso comunicacional no es el mismo que era hace un tiempo y los usuarios no son los mismos. Sus hábitos, tampoco.