A pesar de los muchos intentos por instalar el Metaverso en el mercado, Meta (antes Facebook) no ha podido lograr sus objetivos a mediano plazo. Algunos datos lo revelan: hay dos millones de usuarios activos en Quest. Número muy alejados de los diez millones de usuarios a los que Zuckerberg aspiraba conseguir. Sin usuarios es imposible que el mundo digital tenga vida al menos en el mediano plazo y no siempre el largo plazo llega a tiempo cuando para crecer se debe invertir importantes sumas de dinero. La disrupción tecnológica además de inexorable primero lo es en lo económico sobre todo cuando los datos de mediciones indican una fuerte caída de la relevancia del término Metaverso desde que Facebook pasó a llamarse Meta. Cuesta abajo sin freno y sin pausa.
Hemos abordado diferentes aspectos desde el inicio del Metaverso en los siguientes artículos:
Reality Labs, departamento encargado de llevar el proyecto de realidad virtual a buen puerto aumentó 34% las pérdidas en 2022 que traducido en números fueron 13.000 millones de dólares, según el balance anual de Meta. El fiasco proviene de un ecosistema digital que no convence a los usuarios, con mala calidad de imagen y con unos lentes cuyo costo excede, por lejos, el presupuesto de cualquier ciudadano común que intenta eludir, como puede por cierto, la inflación y la crisis económica. Al mismo tiempo podríamos preguntarnos ¿Será que este universo está pensado solo para las próximas generaciones? ¿Cómo incluir a parte de los usuarios que no son aún mayores de edad? ¿Alcanzará ampliar el rango etario para salvar a la compañía?
Por otro lado, abrir a menores de edad la plataforma es un desafío para la empresa ya que debería moderar los contenidos e incluir control parental. Hasta ahora no solo no lo ha conseguido, sino que los mayores de edad tampoco encuentran dentro de la plataforma aspectos que lo inviten a regresar y permanecer en ella.
Con las nuevas Inteligencias Artificiales en pleno auge, el Metaverso ha pasado a un segundo plano. Los costos son menores y la usabilidad es extremadamente más fácil. Por ejemplo, el modelo IA ChatGPT ya fue integrado al motor de búsqueda Bing, lo que demuestra una facilidad de acceso que el Metaverso no tiene o no logra tener. Aunque solo un 3% de las personas utilizan Bing, la accesibilidad de este tipo de tecnologías no se compara con el Metaverso. Parece ser que la IA se acerca al usuario con mayor facilidad.
Causar entusiasmo en los usuarios es el primer paso para lograr que regresen a la plataforma. Meta no ha aportado elementos suficientes para el caso y contra una IA fácilmente adaptable a distintos motores de búsqueda o inclusive a distintos tipos de dispositivos es más factible que ésta no pierda conexión con quienes la usan sino que naturalicen su uso y optimicen su tiempo productivo o incluso de ocio.
Los costos de desarrollo e inversión son demasiado elevados a comparación de lo poco que ha llamado la atención en las personas. Al alto costo de adquisición de los lentes RV se le suma el desconocimiento y la baja aceptación del público en general. Ante este panorama y con la interacción casi desvanecida, será muy difícil que el Metaverso pegue de lleno en los usuarios, al menos por ahora.