Los lectores se ven saturados por una constante catarata informativa y desde una gran multiplicidad de medios. La información viaja tan rápido que la mayoría de los usuarios fluyen entre lecturas en tiempo real y las actualizaciones constantes. Ahora bien, ¿Cómo hacer para estar un un paso por adelante en el proceso informativo? ¿Será que finalmente hemos llegado al punto cúlmine de los medios tradicionales, sobre todo de los impresas?
Si quiere tener éxito en el futuro de los medios, la mayoría de su suerte dependerá de si se es capaz de adaptarse con propiedad a los hábitos de lectura y deseos de los consumidores. El usuario siempre debe estar en el centro de las prioridades. Esto permitirá enfocarse en el proceso informativo, en como se presenta la información, en qué plataformas y con que valores agregados. Con el auge de los medios sociales en su punto más alto quizás desde su invención, mantener y fidelizar usuarios es una lucha constante. La multiplicidad de accesos y de contenidos que viajan por la red de redes se supera día a día. Nuestra experiencia no nos permite afirmar que el diario impreso ha muerto. Sin embargo sí podemos afirmar que los hábitos de lectura del periódico impreso han cambiado de forma dramática en comparación con las formas en qué y cómo se leían un puñado de años atrás. Las tiradas no son las mismas y los suscriptores que felizmente recibían el papel en su casa el fin de semana o lo compraban en tiendas de diarios han evolucionado sus lecturas hacia el móvil, en la nueva era móvil digital.
Fuente: www.lavanguardia.com/vangdatahabitos-lectura-espanoles
A pesar de una tendencia decreciente en el consumo de periódicos y de que los usuarios han migrado hacia otros dispositivos, plataformas y contenidos, tanto las ediciones impresas y aún más las digitales siguen subsistiendo. Tal vez por una cuestión de tradición, tal vez un poco por el empuje de algunos cambios genéricos en ellos. Siempre en constante cambio, la información viaja en estos tiempos a una velocidad vertiginosa. Tanto es así que se han reformulado roles y formas para crear historias. El futuro llegó, hace rato.