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17 de noviembre de 2022    Post #6204
La crisis en la industria de los medios

Los medios de comunicación han pasado por muchas crisis, pero ésta vez incluye a todo el ecosistema por igual y pone en entredicho a la información como un recurso colectivo.

Mientras las plataformas de streaming crecen a ritmo sostenido, aumentando su cantidad de suscriptores mes a mes, los medios tradicionales (medios informativos y medios sociales en su plenitud) comienzan a ver como sus expectativas se retraen. Meta ha despedido a once mil personas (13% de su fuerza laboral),Twitter (recién comprado por el multimillonario Elon Musk) ha despedido a tres mil trabajadores y Tik Tok ha reducido sus expectativas de ingreso en dos mil millones de dólares. Cada empresa despide personal por razones diferentes, pero al mismo tiempo es evidente que esta vez la crisis no solo atañe a los medios tradicionales, sino a la industria de contenidos en general. En los artículos «Las disyuntivas sobre cómo nos informamos» y «Los usuarios, entre las noticias y el ocio», abordamos en este blog este nuevo escenario disruptivo.

Tiempos de crisis y oportunidades

Muchos medios informativos han tratado de solventar la crisis tratando de acercar a las audiencias a un contenido de pago de calidad. En un contexto de crisis global (pandemia COVID-19 y hoy, guerra en Europa) las grandes cadenas optan por fidelizar sus audiencias de la mano de las suscripciones, usando el modelo de las plataformas de streaming que están comenzando a profundizar una batalla por el contenido exclusivo. Suscripción y luego, servicio. Hacia allí van también los medios sociales, cuya generación de ingresos se ve cada vez más estancada.

Buscan, entonces, que los usuarios terminen generando ingresos con su propio emprendimiento dentro de la plataforma. Ésto le permite a los creadores de contenido multiplicar su influencia dentro del medio social. A medida que la crisis avanza, la situación puede volverse inversa. Serán los creadores los que terminarán pagando por las herramientas que da el medio social para reproducir su contenido. Lo que hoy es gratis, mañana puede no serlo. Las crisis, la disrupción y los cambios culturales que en general derivan de estos dos aspectos, son una profunda oportunidad de aprendizaje y no importa cuando uno lea esto.

Entretener cuando informamos

Tal es la profundidad del cambio cultural y la reformulación de la forma en las cuales los medios dan la información que muchos periódicos globales han comenzado campañas para atraer a los usuarios de una forma por la cual puedan además entretenerse. The York Times, por ejemplo, ha creado una función «Umpire« que incentiva a participar digitalmente de un juego. The Washington Post ha seguido la misma idea con juegos retro que permiten a los usuarios tener un tiempo de ocio.

¿Será que al reformular las categorías por las cuales nos informamos nos damos cuenta que el ocio es también una parte fundamental de nuestras vidas? Muchos usuarios han dejado de informarse por las grandes cantidades de fake news que han dinamitado la confianza en general de los medios de comunicación. Recuperarla a través del ocio no es una opción que luzca inteligente y viable, si parece serlo generar una interacción con contenidos que vayan más allá de las noticias, de los datos y de la cotidianidad del flujo informativo.

Las noticias dejaron de ser el pilar fundamental para los usuarios. Muchos de ellos las pasan por alto y se aburren con lecturas poco adaptadas a los nuevos contextos de consumo informativo y que terminan por expulsarlos hacia contenidos que los usuarios creen que les aportan más valor a su vida cotidiana. Muchos de ellos terminan por virar a los medios sociales para informarse, aunque al no ser el objetivo central, terminan por mostrar noticias de menor interés general, aunque mayor interés individual. Si la crisis arrastra a todos los medios, ¿dónde terminará la información como la conocemos?

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