Mientras la revolución del storytelling y la Inteligencia Artificial llevan la delantera de la innovación con su propia voz propia altisonante, el impreso tiende a revolucionar, con matices, en el presente.¿Sorprendido? También yo, aunque tal vez solo un poco ya que me siento en muchas salas de conferencias y desde el primer día de un proyecto digital escucho siempre la misma advertencia: «El impreso aún es importante en cierto modo aquí, Mario, es una fuente de ingresos».
Si nos fijamos en los datos más recientes sobre periódicos y revistas impresas, todas las flechas apuntan hacia abajo. En ningún lugar esto es más frecuente que en las noticias locales, un pilar para la supervivencia de los periódicos de diversos formatos y escala. Según estudios de Pew Research Center, “más estadounidenses ahora prefieren recibir noticias locales en línea, mientras que menos recurren a la televisión o la prensa escrita”. El estudio de Pew Reserch Center de 2024 revela que, cuando se trata de noticias locales, los estadounidenses obtienen el 32% de ese contenido desde la televisión, el 48% de sitios web y redes sociales, el 9% de la prensa escrita y el 9% de la radio. En 2018, cuando se realizó un estudio anterior, el 13% prefería recibir noticias locales impresas.
Esta es tal vez la causa del cierre de aproximadamente 2100 periódicos locales desde el 2004 y que ha afectado a 1800 comunidades. Sin embargo, algunos de los periódicos más grandes aún tienen buenos números cuando se analiza el impreso.
Siempre les aseguro a mis clientes que yo también amo al impreso y sé de la importancia que tiene. En especial mientras trabajo, por ejemplo en la India o en Latinoamérica. Sin embargo esta revolución que mencioné antes no se limita a una cuestión geográfica. Se escucha también en Europa.
Recientemente, en los Estados Unidos, Brad Stone (Editor en Jefe de la revista Businessweek) cree que el periodismo impreso puede tener una vuelta que le permita renacer. Businessweek es una publicación con 95 años de historia, pasó de una circulación semanal a mensual ésta semana y tuvo en su última edición impresa 120 páginas, haciendo énfasis en textos largos.
“Creo en el lujo de lo impreso, lo relajado y sin distracciones. Y creo también que hay un lugar para ello y tal vez incluso veamos un pequeño regreso de lo impreso”, dijo Stone. “Todos sabemos lo difícil que es sentarse y leer en línea una investigación de 4.000 o 5.000 palabras, incluso sobre una historia o un tema que nos interesa. Pero la gente dice que quiere eso. Ya sabes, vivimos en un mundo caótico y confuso donde necesitamos más de ese tipo de narración y no menos. Así que creo que hay un lugar para las ediciones impresas«.
Mientras tanto, las revistas impresas están teniendo su mejor momento, según un artículo publicado por el diario The New York Times: “Hay brotes de vida, incluso de rentabilidad, en el panorama de los medios impresos en medio del bombardeo pixelado de la era digital. Están apareciendo publicaciones periódicas de nicho de alto nivel y la tendencia podría ser más evidente en una explosión de revistas independientes sobre actividades al aire libre como Adventure Journal, Mountain Gazette, Summit Journal y Ori. Estas revistas están inmersas en temáticas más enfocadas y acotadas (escalar, surfear, esquiar, correr y similares) donde la calidad es clave, la publicidad es mínima y los suscriptores son fieles. La mayoría no publica su contenido en línea; porque esto es periodismo destinado a ser hojeado, y a no a ser scrolleado al pasar».
“Las revistas, a veces sobre dimensionadas en tamaño, con acabados mate, rellenadas con fotos e itinerarios, pueden costar hasta 25$. A veces inclusive más. Están pensadas para la mesa del café, para ser llevadas en un bolso y están diseñadas paras ser coleccionables, no para ser desachadas».
“Aquí estamos en el 2024, casi un cuarto del nuevo siglo, aún imprimimos revistas y aún ganamos dinero por hacerlo” Dijo Peter Houston, editor del Magazine Diaries, de Grub Street. Claro, aún se hace. Pero, ¿hasta cuando? Nadie puede poner una fecha definitiva a esto. Tampoco lo haré yo, porque lo que pienso es que las publicaciones impresas sobrevivirán de alguna forma para siempre.
Houston señala que a pesar de los desafíos de la era digital, los medios impresos continúan prosperando y generando ingresos. Sus observaciones se alinean con el sentimiento más amplio de que las publicaciones impresas, de alguna forma, persistirán de forma indefinida.
La rentabilidad de los medios impresos, en especial en nichos de mercado, demuestra su viabilidad económica. Estas publicaciones atraen a lectores dispuestos a pagar más por contenido de calidad y una experiencia de lectura táctil.
Reclinarse a leer es bienvenido: creo que el resurgimiento de lo impreso está impulsado por una audiencia cada vez grande de lectores que valoran la experiencia inmersiva y sin distracciones que ofrece una edición impresa. A medida que los medios se adaptan a estas preferencias cambiantes, es probable que los medios impresos continúen su revolución silenciosa, labrando un nicho sostenible en el ecosistema de los medios modernos.
¿Como se está manifestando esta revolución en mis propios proyectos? Por ejemplo, estoy involucrado en proyectos de rediseño de marca, que comienzan con una evaluación del producto impreso. Es un ejercicio que recomiendo para cualquiera que tenga una edición impresa. También intuyo que los ejecutivos de medios, por primera vez desde que comenzó la era digital, están reevaluando el rol del impreso y con eso vienen los ajustes, los rediseños y la interacción de lo digital que influye en la edición impresa y viceversa, haciendo énfasis en esto último.
Además, veo un mayor reposicionamiento de las ediciones impresas, no como plataformas de noticias de última hora dentro de la marca, sino como una edición de artículos extensos y fotografías e ilustraciones de gran tamaño.
En uno de mis proyectos mas recientes, una revista semanal, hicimos un repensamiento general sobre la edición impresa primero. Ahora, años después, estamos acercándonos a un rediseño digital que combina ambas experiencias, con elementos que se pueden replicar digitalmente. No es una transferencia del 100%, pero es lo orgánico y la edición digital lo que tendrá repercusión en el producto impreso. Tenemos una revolución para el impreso que puede convertirse en mayoritaria en los meses que siguen.
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