Los comunicadores tenemos que aceptar el reto de hacer nuestro trabajo de manera sencilla y directa. La estructura textual tiene que ser lo más clara posible para poder acercarse a los usuario/lectores y en el mundo digital más aún. El hombre siempre ha documentado su vida a través de historias y hoy, con la modernidad, éstas terminan por construirse alrededor de grandes cantidades de datos. Éste blog ya ha tratado temas similares en los artículos «El arte de narrar historias que conectan personas» y «Evolución y crecimiento de la comunicación transmedia».
Nunca antes en la humanidad se habían almacenado tantos datos. Para el Data Storytelling, pensada como una técnica que transforma la información que vive dentro de nuestra narrativa, los datos son un claro valor agregado que termina por insertar los diversos formatos de visualización de datos (gráficos, cuadros, entre otros) como elementos narrativos y he aquí la novedad en la fusión de los datos con las historias que se pueden contar con ellos. La cantidad de datos debe, sin dudas, generar cierta estructura de compresión (a veces compleja por la relación de datos en sí) dentro del aparato textual de nuestra historia. Debe ser, por ende, un valor agregado.
Una síntesis visual del proceso de narativas con datos
Los datos como técnica
La visualización de datos está inmersa en la narrativa o data Storytelling, sin embargo son términos muy diferentes. Narrativa es la forma por la cual nosotros contamos una historia. La visualización de datos consiste, en mayor medida, en representar de forma gráfica los datos, sin que se cuente una historia. Son atributos necesarios para darle más vida a la historia y en la combinación de ambos (datos, narrativa) tendremos nuestro data Storytelling. Siempre se puede explicar, contar o reproducir mejor una historia si la narrativa exterior al cuerpo central de un texto, explicíta un valor agregado. Así se consigue que la audiencia se sienta identificada con nuestra historia.
Hoy vivimos en una sociedad marcada por la producción de datos en cantidades industriales. Somos datos. Desde individuales hasta colectivos, gran parte de los datos hoy quedan almacenados. Es por eso que el Big Data es de gran aporte para este tipo de narrativas. Así lo explica Philippe Nieuwbourg, especialista en ésta área: “Hacer que las personas se metan en la historia, como en una buena película de cine”. Lo que se busca es una experiencia tanto distintiva como inmersiva. En definitiva los datos en sí no emocionan. Son y acontecen.
Ya sea para inspirar al público o para contar una historia divertida, determinar un objetivo siempre es útil, tanto para la vida como así también para el data storytelling. Así sabremos por ejemplo cuál es nuestro público objetivo y a dónde apuntar para tratar de fidelizarlos. «También hay que conocer los fundamentos del análisis y la visualización de los datos. Existen multitud de herramientas a nuestro alcance que podemos utilizar. Es importante elegir bien el tipo de gráfico a utilizar, según lo que queremos mostrar (comparativas, tendencias, distribuciones, etc.), así como prestar una gran atención al uso del color y de las jerarquías en la información.»
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Los datos hoy en día, se generan sobre cualquier fenómeno, sea humano o natural. Todos los ámbitos están inmersos en esta sintonía. Usarlos para desarrollar el data storytelling es un desafío de nuestro tiempo. Los datos se utilizan para comprender mejor la realidad, una vez que nosotros, los creadores, entendamos esto, habremos dado el primer paso para construir un data storytelling creíble, accesible, comprensible y por qué no, entretenida. Necesitamos que al fin y al cabo las audiencias estén inmersas en los datos tanto como nuestra historia.