«El papel sigue siendo un elemento fundamental en cuanto a profundidad y análisis de las noticias, frente a la inmediatez y rapidez de lo digital» así lo explica David Matoses, CEO de diario El Tiempo (Colombia). Existen hoy varias formas de informarse. El diario impreso y el formato digital son algunas de las posibilidades. Ambas formas coexisten (bajo una misma marca), aunque el impreso lleva décadas de existencia. ¿Por qué en la era de la digitalización se acentúa el uso del papel? o más aún, ¿Tiene el impreso un valor agregado por sobre el digital? Este blog ya ha tratado temas similares en: «Las nuevas oportunidades para informarse« y «¿Por qué se mantienen aún con vida los diarios impresos?«
«Según un estudio llevado a cabo por la consultora argentina Management & Fit para Adepa (Asociación Argentina de Entidades Periodísticas), en Argentina cada día 15 millones de personas leen noticias en medios digitales, mientras 9,3 millones leen todos los días medios impresos en todo el país.« Dato no menor, casi 10 millones de personas leen noticias en algún diario impreso en Argentina. ¿Que hace que lo elijan? El periodista argentino Jorge Lanata en una entrevista a la revista española JotDow, ofrece una primera idea «los diarios todavía siguen teniendo una credibilidad que todavía Internet no tiene». La proliferación de las noticias falsas en medios sociales (potenciadas por la inmediatez y su accesibilidad) y contenidos de dudosa o pésima calidad en otros medios (televisión tradicional) abonan también esta idea.
Si pensamos a este contexto como si fuera una especie de suma y resta, a la credibilidad (valor máximo que todo producto/servicio debe tener como atributo intangible) se podría agregar además comodidad, facilidad de lectura asociada a la confianza que genera un formato de lectura ya conocido por hábito cultural. Por otra parte del lado de la resta de este contexto, los condicionantes por el nivel en la formación profesional de estos días, la masividad y la posibilidad de distribución de contenidos como nunca antes se vio en la historia y la amplitud de audiencias (aunque los más jóvenes no conecten con el papel), hacen que una edición en papel tenga un alcance muy limitado en comparación con una edición digital.
La credibilidad genera valor siempre y para cualquier producto/servicio. Lleva asociada la confianza y ambas se construyen con el tiempo y lleva muy pocos segundos destruirla (el sistema político de cualquier país conoce este detalle cuando ataca a un periodista o a un medio de comunicación). Un estudio realizado por Newsworks en 2019 indicaba que «El valor de las marcas periodísticas influye en la propensión a la compra por parte de los lectores, en especial los de diarios. Un estudio que hizo Newsworks asegura que estar en contacto con las publicidades en los medios impresos aumenta la intención de compra a un 16%«. El valor de las marcas periodísticas aún tiene su peso. Credibilidad, confianza, costumbre, tres ejes que ejemplifican con claridad el porque se hace uso aún hoy de la información en papel en un mundo completamente digitalizado.
Ernesto Savaglio, publicista argentino fallecido en el año 2020, dejó una frase que hoy resume el contexto de las marcas de un diario impreso/digital: «Un diario es como un título de propiedad y un sitio confiable es como una copia certificada. En ambos casos, alguien puede dar fe». ¿Será el antídoto para las noticias falsas? En el mundo digital la fidelidad a una marca es efímera por definición dada la lógica de accesibilidad, de conexión infinita y en gran medida gratuita. La economía de la atención es un campo de batalla cotidiano y cada vez más cruel. Ante la enorme cantidad de sitios webs, accesibles, con diferentes grados de credibilidad y calidad, un lector ya no se fía de un solo portal o edición digital, sobre todo en las audiencias más jóvenes la multiplicidad de conexiones y accesos es el hábito cultural de esas audiencias hoy en día. Podemos, por supuesto, discutir la calidad o el nivel de información y el grado de atención. Incluso los lectores fieles de una edición impresa, saltan a ediciones digitales del mismo medio y de otro medio.
El valor de las marcas periodísticas es un elemento clave para una comunicación efectiva. ¿Cómo guiarse según la fiabilidad de algunas marcas por sobre otras? Veamos un ejemplo del año 2022 en España, realizado por la Universidad de Navarra y publicado en el Digtial News Report 2022. Quienes lideran en materia de confianza son aquellas marcas ya afianzadas en el mercado, con un importante número de lectores sostenidos en el tiempo. La marca y su credibilidad solo se construye con el paso del tiempo.
El digital y el impreso, por ahora, coexisten en un delicado equilibrio. Sin embargo, hay ciertos valores (como los de la marca, la confianza y las costumbres) que siguen siendo importantes activos para el soporte impreso. La confianza en los medios impresos se reproduce en el tiempo y supera, por ahora, inclusive al de las medios sociales, cuna de fake news. El tiempo nos dirá si ésta coexistencia se mantiene o el inevitable avance tecnológico y cambios de hábitos culturales de las audiencias modifica para siempre el eco-sistema de medios.